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El coche conectado ha comenzado a formar parte de nuestras vidas. La unión entre las TIC y los fabricantes de automoción ha ido creciendo de modo exponencial en los últimos años, uniendo dos mundos hasta el momento separados y convirtiéndose a día de hoy en una realidad.

Ya más presente que futuro, el coche conectado ha comenzado a formar parte de nuestras vidas. La unión entre las TIC y los fabricantes de automoción ha ido creciendo de modo exponencial en los últimos años, uniendo dos mundos hasta el momento separados y convirtiéndose a día de hoy en una realidad.

Hiperconvergencia

De esta unión surge la consideración del coche como un dispositivo más conectado a las redes de comunicación y, por lo tanto, accesible de modo global a través de la red. El avance en tecnologías de comunicación como el 4G y próximamente 5G permitirá reducir los tiempos y la latencia en las comunicaciones, facilitando al vehículo comunicarse e interactuar con los elementos de su entorno o posibilitando la utilización de las TIC dentro del vehículo, y permitiendo la adquisición y explotación de datos en tiempo real, por ejemplo, para ser tratados en sistemas Big Data. ¡Millones de vehículos en el mundo son una inmejorable fuente de información!

La penetración en el mercado de esta tecnología es exponencial actualmente y la previsión es que, en el año 2020, un 70% de los vehículos estén conectados a la red a través de una tarjeta SIM virtual. No obstante, ya hoy en día existen en el mercado vehículos conectados, y, en el año 2018, un 32% de los vehículos disponían de conectividad. Ya no pensaremos, por tanto, solo en comprar un coche, sino también un dispositivo conectado a la red, y es posible incluso que esto modifique el modelo de negocio de los fabricantes.
 

Un mundo infinito de posibilidades


Actualmente, los coches están totalmente cableados y es posible extraer a través de sus buses de datos cualquier información o señal del vehículo. Con estas nuevas tecnologías la información podrá ser utilizada y compartida con otros dispositivos y aplicaciones y además hacerla accesible a través de la red, para su consulta desde cualquier ubicación. Se abre, por lo tanto, un ámbito infinito de nuevas funcionalidades, en áreas como la seguridad, la conducción asistida, la detección temprana de averías o incidencias, actualización de software online, configuración del vehículo desde dispositivos móviles, servicios de entretenimiento etc. Igualmente, desde un punto de vista de explotación de la información, disponer de millones de dispositivos emitiendo datos en todo el mundo, permitirá obtener información para realizar, por ejemplo, predicciones meteorológicas, previsiones de estado del tráfico, personalización de seguros en función del tipo de conducción etc.

En definitiva, una nueva área de desarrollo en la que posicionarse, que ofrece multitud de posibilidades y que, en los próximos años, generará un importante volumen de negocio.

En Altia, hemos participado y estamos participando en proyectos vinculados al coche conectado, colaborando fundamentalmente con PSA como fabricante. Se han abordado dos proyectos de I+D subvencionados con fondos del CDTI, CAREASYAPPS y SAT2CAR.

El primero (CAREASYAPP), ya finalizado y hoy en día puesto en funcionamientos en vehículos de PSA,consiste en el desarrollo de un software embebido en el vehículo y un framework de desarrollo móvil, que permiten la implementación de aplicaciones móviles que interactúan y se comunican con el coche, proyecto en el que seguimos participando.

El segundo (SAT2CAR) es un proyecto de I+D cuyo objetivo es la comunicación vía satélite del vehículo para garantizar la cobertura total en situaciones en que las redes móviles convencionales no la ofrezcan.

Y es que, posiblemente, tu próximo coche se abra y encienda directamente desde tu Smartphone.


Gonzalo Sanmiguel Rodríguez, Jefe de proyecto.