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Tres tips del buen uso de la comunicación. Por Diego Perdomo, Analista Programador en Altia.

 

A lo largo de mi carrera profesional he descubierto herramientas y metodologías, no relacionadas exclusivamente con conocimiento técnico, que han mejorado mi día a día ante los retos que han aparecido en el camino. El buen uso de la comunicación es una de esas herramientas que potencia y facilita nuestro trabajo.

Son muchos los aspectos de la comunicación que pueden ayudarte pero en este post he intentado recoger tres tips que para mí han sido siempre muy útiles:

La comunicación como herramienta

Mensajes claros, cortos y concretos

En ocasiones queremos expresar muchas cosas a la hora de comunicarnos: elaborar un amplio contexto, explicar todos los detalles, especificar a muy bajo nivel técnico sin ser necesario, etc. Estas son algunas de las “trampas” en las que caemos y que pueden desvirtuar el mensaje que queremos trasladar. No siempre es posible, pero siempre que se pueda, debemos intentar cumplir “las tres ces” (claro, corto, concreto).

Una ayuda es imaginar que estamos en el otro lado, y como la persona receptora de nuestro mensaje, preguntarnos: ¿Me estoy enterando del mensaje?, ¿Me está contando lo que necesito?

El correo electrónico puede ser tu aliado

A veces, cogemos el teléfono o escribimos a través de mensajería instantánea para trasladar información sin haberla organizado o estructurado demasiado en nuestra cabeza previamente. Como consecuencia, la idea que contamos, puede que no llegue de forma completa o coherente. En estos casos el correo electrónico siempre suele ser una buena opción, ya que al tener que escribir lo que queremos trasladar, podremos revisar, estructurar y releer el mensaje las veces necesarias hasta quedar satisfechos antes de enviarlo.

Una ayuda es utilizar párrafos cortos, puntos para enumerar, negritas para resaltar y cualquier elemento visual que facilite la comprensión del correo escrito como el conjunto de ideas que intentas plasmar.

La comunicación positiva como referente

Una actitud positiva es imprescindible para afrontar nuestro trabajo diario, de igual forma, hacer extensible esta actitud a nuestras comunicaciones nos hará marcar la diferencia.

Una comunicación positiva se retroalimentará con facilidad y ayudará a crear un ambiente perfecto para abordar tareas de forma proactiva, animar a las personas a afrontar nuevos retos, motivarlas y generar confianza.

Un buen ejercicio para mejorar este aspecto es analizar, por ejemplo, los mensajes que has trasmitido hoy. Ahora, intenta clasificar cuales han sido algo negativos y después piensa en que reacciones han generado. ¿Hubiese cambiado esa reacción si enfocases el mensaje desde una perspectiva positiva? ¿Cómo crees que hubiese cambiado? Tras preguntarte esto, si la respuesta es positiva y aún estás a tiempo, ¿Por qué no te animas, y lo pones en práctica?

Estos son sólo algunos ejemplos útiles de un buen uso de la comunicación, pero hay muchos más, por lo que es fundamental seguir analizando y trabajando día a día en sacarle el mayor rendimiento posible a esta poderosa herramienta.

Por Diego Perdomo, Analista Programador, A Coruña